Muerte en el zoo.

El zoo de Cabárceno decide matar a ocho lobos adultos del recinto por problemas de incompatibilidad y convivencia. Se estudia un delito por vulneración de la Ley de fauna silvestre en zoológicos.

Ni corto ni perezoso la emprendieron a tiros, sin escrúpulos. ¿Qué extraña locura ha llevado al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Cantabria, para instalarse en la enajenación? ¿Qué criterios se han seguido desde la dirección del Parque, convincentes o moralmente cuestionables, que justifiquen la muerte de sus lobos adultos con la saña manifiesta? ¿Qué está pasando con este animal para querer eliminarlo?

En esta cuenta atrás para destruir nuestros cimientos éticos y morales, asistimos a otro sanguinario suceso sin explicación lógica. El hombre, los humanos, unos más que otros, también tienen la execrable representación en la tierra en forma de “personas”. Entenderse no se entiende muy bien desde luego.

Y es que el zoo de Cabárceno queda retratado el pasado día 28 de noviembre cuando decide matar a ocho lobos adultos del recinto por “criterios conservacionistas”. La extensión de su estancia, al parecer fragmentada y hacinada de animales, no permitía que otra camada recién llegada a la vida pudiera compartir espacio con los adultos.

Joyas zoológicas y bastiones de la biodiversidad en España, esta especie manoseada, ninguneada y auto erigida como salvadora por diversos estandartes o encenagada por otros, desfila por otro lamentable episodio para su maltrecho currículo zurcido a tiro de posta. Masacrados desde los supuestos receptáculos donde sentirse finalmente a salvo, ciertos zoos, se posicionan como celdas para todo tipo de animales resignados a la agonía de una muerte en vida.

Gestión y protocolo parecen haber fallado una vez mas, aunque desde la dirección del Parque, manifiestan las razones por las cuales deciden acabar con la vida de estos animales explicando lo inexplicable. Según la empresa pública Cantur, Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística, el sacrificio de la manada de lobos se realiza «con el objetivo de garantizar la viabilidad de esta especie y conseguir la reproducción y pervivencia de la misma, siguiendo el criterio del facultativo encargado del departamento de carnívoros del parque».

Sacrificio a tiros, extraña forma de conservación

Como se ha sabido, todos los animales adultos fueron enjaulados hasta ser reubicados debido a las obras de reforma que se estaban acometiendo para acoger a estos lobos. Pero la denuncia de Infozoos ante esta medida, devuelve a estos con el resto de la manada, lo que provoca de inmediato escaramuzas y peleas con el saldo de dos lobeznos y un adulto muertos.

Ante este hecho, la dirección facultativa decide sacrificar por problemas de “incompatibilidad y convivencia”. La nota de prensa emitida por Cantur aclara que «en ningún caso se ha llevado a cabo ningún tipo de crueldad con los ejemplares ya que éstos fueron anestesiados antes de proceder a su sacrificio, evitando así, cualquier sufrimiento de los animales».

Que los animales abatidos se anestesian previamente y evitar todo sufrimiento hasta su destino final, es algo que choca frontalmente cuando se comprueba que ciertos lobos acaban con más de seis impactos de bala durante el sueño letal. Una práctica cruel llevada a cabo por muchos zoos y centros de naturaleza según ha pronunciado el veterinario de Cabárceno, evidenciando chapuza y masacre.

El protocolo de sedar enjaulados a los lobos “sobrantes” y rematarlos a tiros, arrecia la polémica cuando se procede a finiquitarlos de noche e intentar ocultar los hechos. Se entiende finalmente como la medida más rápida económica a la vez que reprobable del veterinario experto del complejo de naturaleza empujado por razones ya esgrimidas.

Educación, conciencia y generaciones

A día de hoy, el malestar por los acontecimientos y procedimientos empleados continúan creciendo entre autoridades y partidos políticos. Denuncias, críticas y mareas de interpretaciones juegan en torno a la figura de un animal que sigue sin ser respetado. Circos, zoos y centros de naturaleza están asistiendo a fuertes críticas desde sectores de la conservación, asociaciones animalistas y gran público, sensibilizados con el sufrimiento y modelaje de los animales que lo habitan.

Nuevos proyectos de progresiva presencia en actividades escolares, están educando medioambientalmente generaciones venideras. Desterrar mitos y leyendas así como algunos tabernáculos artificiales de naturaleza que no cumplen con la legalidad, el compromiso para respetarnos a nosotros mismos y a estos animales que nos padecen.

Observando la aplicación de la ley, se estudia la existencia de un delito contra el medio ambiente por vulneración de la Ley de Conservación de la Fauna Silvestre en Zoológicos y la Ley para el cuidado de animales, su explotación, transporte, experimentación y sacrificio. En ciertos casos, las infracciones comprenden desde multas y penas de cárcel, hasta inhabilitación e incluso cierre de la instalación denunciada.

Juanma Tobaruela